TIRIKITRÁN TRAN TRAN.

CUESTIÓN DE SENTIMIENTO.

Como no he encontrado trabajo, sigo de vacaciones. Vida social. Un café aquí, un paseo allá, unos gitarreos con este, unos cantes flamenkos con otros. Ese cuarteto de artistas sevillanos!! Vaya cracks!! Ése Lol, con ese arte pa cantar que la gente no puede más que parar a contemplar y acto seguido comentar, tras dar un codazo a su compañero... que ¡¡son españoles!! ¡¡son españoles!! Ése Rua, tocador por antonomasia de cuerdas gitanas y sonidos de bulería que penetran por los oídos y llegan al corazón. Ése Pet, ¡mae-tro!, con su traje negro de pies a cabeza, y su pose flamenka nacía en la Sevilla de olor a manzanilla. Y ké decir, de esa bailaora, ke nadaba entre ojos y delicias admiradoras del buen hacer de unos tacones y el descaro de un traje de flores, volando alrededor de su cadera, sobre un tablero de 2x2. Cuánta hermosura en tan poco espacio. CrCaras de asombro, caras que apenas podían creer que aquéllo que veían, era puro arte nacido de las piedras de las calles en una noche fría de verano, en la que el calor únicamente manaba de dos guitarras un micro y un taconeo que envolvían con su magia mística un escenario entrañable. Los improvisados escenarios que crean las adorables callecitas de Galway han visto represantar millones de obras. Obras desconocidas de gente desconocida, que posiblemente nunca dejarán de serlo. Obras sin título, lo que las hace doblemente genuinas.Músicas que salen del corazón de artistas tan grandes comolos grandes, pero con menos suerte. Malabaristas del circo del mundo. Y se merecen lo mejor. Y la gente, yo el primero, disfruta de lo lindo contemplando, escuchando, aplaudiendo, riendo, disfrutando, palmeando y si se puede, aprendiendo. Ayudando. Hemos hablado bastante mis amigos el cuarteto de sevillanos y yo. Y más gente. Son buena gente. Hemos pasado buenos ratos. El bueno de Lol, un pura sangre envuelto en una barba y unos ojos negros desafiantes, a punto estuvo de soltar un par de coces a ciertos jockies irish, que no entienden el sentido de La Fiesta en la misma frecuencia que nuestros sevillanos lo entiendían, y alguna dedicatoria improvisada, en un español alto claro y profundo, se dejó caer por el micrófono, como escupida desde el estómago, para el descojono generalizado de la parroquia española que entre palmas, deslizaba la noche de Galway, aparcando por unos momentos mágicos la distancia que nos separa de nuestra tierra. Mala suerte de verdad que lloviera de vez en cuando, y que el sonido, pues la verdad, fuera una mierda. Pero es lo que hay. Se oía, y nosotros nos lo pasábamos en grande dando palmas, y por porpagación de ondas, cierto colorido de rojo y ámbar, cierto perfume a azahar y toomillo, a hierbabuena, en el mismo corazón de Galway. Toda una conquista. Y los irish indefensos ante tanto arte. Si es ke lo de sus violines y sus instrumentos raros está muy bien, pero no hay comparación posible. Su músika suena a banda sonora de Braveheart. Lo nuestro suena a sentimiento. Y para muestra un botón. Ahí va el estribillo de la canción que más me gusto del repertorio... " Y eh que etoy hata lo cohone de ke me traten como a un giliposha!"

Volando voy! Volando vengo vengo! Tirikitrán, tran tran, tirikitrán tran tran, tirikitrán tran trero primo ayyyyyyyyyyy!! tirikitrán tran tran!!!
See you guys.